by Katerina Bartolome
ABC sábado 1 de febrero de 2014
blog www.hijosextraordinarios.wordpress.com
QUE SEA “SI A LA VIDA”
Qué gran orgullo tiene que sentir en estos momentos el ilustre jurista y político José Maria Ruiz-Gallardón, al comprobar la valentía que su hijo, brillante Fiscal y hoy Ministro de Justicia, está demostrando en Defensa de la vida.
Creo que es justo recordar que LA DEFENSA DE LA VIDA en España, desde un punto de vista jurídico y político, va ligada al apellido Gallardón. Fue en 1985,antes de la Sentencia del Tribunal Constitucional, cuando el primer Gallardón enarbola defensa del derecho a la vida del no nacido con intensos debates frente a Cristina Almeida o Mª Teresa Fernández de la Vega, entonces juez ,no política. Y es un orgullo que 19 años más tarde, sea su sucesor, hoy Ministro de Justicia, quien afirme con valentía, que el progreso en el siglo XXI "no es desproteger a los más débiles. No puede ser que tengan menos derechos los que tienen algún tipo de discapacidad, que los que no la tienen" le he escuchado afirmar recientemente.
Los que nos oponemos a la Ley del aborto en su redacción actual, sé que somos tachados por algunos, como poco, de retrógrados. Pero eso no así. Ni somos retrógrados, ni vivimos en las cavernas. Ni estamos dispuestos, a que nos lleve a ellas los que, sin razón, más chillan.
Eliminar en el actual anteproyecto de “Ley de protección de la vida del concebido y no nacido”, el llamado “tercer supuesto”, que permite el aborto por malformaciones en el feto, porque en eso consiste el aborto eugenésico, que quiere suprimir el Ministro, es un deber moral, y no una vuelta a las cavernas.
Yo no soy una persona retrograda , ni arcaica, y estoy muy contenta de que se elimine este tercer supuesto.
Soy una madre de familia, felizmente casada. Somos padres de cuatro hijos, la mayor, de 9 años, con Síndrome de Down. Soy una mujer moderna y trabajadora, con un marido vanguardista, unos hijos maravillosos y con la mejor y mayor prueba en nuestras vidas de que DIOS EXISTE: nos ha dado a Claudia.
A los que les parezca cursi, o que me dirijo sólo para creyentes, que dejen de leer, porque yo escribo para valientes. Escribo para gente del siglo XXI, que quiere un mundo mejor, un mundo en el que todos cabemos, porque todos tenemos los mismos derechos. Un mundo en el que todos aspiramos a lo mejor para los nuestros, aunque no siempre sea lo más fácil ni por supuesto lo más cómodo.
Yo me siento una mujer privilegiada , porque gracias a Claudia ,hemos tenido el enorme privilegio de hacernos fuertes; el privilegio de aprender a afrontar la vida de cada día con determinación, sin vacilaciones; el día a día de una vida escrita sobre renglones torcidos.
Nos hemos unido como familia. Nos queremos, nos respetamos. Y hemos aprendido que ni el mundo, ni ninguno de sus habitantes, somos perfectos.
Todos somos imperfectos. Unos, porque nacen así, con menor coeficiente intelectual , o menos agraciados físicamente, o con problemas motóricos …
Pero es que otros, aunque nazcan aparentemente bien y parezcan perfectos, son más vulnerables a la perversión y depravación que les permite reivindicar ”los derechos de la mujer”, frente al desamparo del concebido y no nacido, cuando tiene algún defecto.
Quienes así se manifiestan, no representan en ningún caso a ninguna de estas familias, y no les importa discriminar el derecho a la VIDA del concebido y no nacido, porque esa vida no es perfecta…
Pero, me pregunto yo: ¿Quién decide qué es perfecto?¿Quién tiene la vara de medir ,a priori, de qué es una vida perfecta? ¿Por qué el derecho de una mujer a su propio interés, a su propia comodidad y egoísmo, puede ser superior al derecho fundamental consagrado en la Constitución del derecho a la vida y ,en este caso además de su propio hijo?¿Acaso no es esta la más grave de las discriminaciones y usurpación de derechos de quien, por ser aun concebido y no nacido, no tiene nadie que le defienda?
¿Qué democracia es la que empieza por no reconocer el derecho fundamental a la vida, sobre la base de una discapacidad de cualquier tipo? ¿Cómo se puede amparar por ley esta discriminación aún más injusta que otras?
Aprendamos a no callar esta injusticia. No sea que por chillar más, por hacer más ruido que otros, unos acaben siendo más iguales que otros como en la granja de Orwell.
Luchemos porque cada vez seamos más los que nos alegremos de que sigan naciendo hijos, que nos hagan ser más humanos, menos egoístas, más realistas, más generosos, más entregados y comprometidos. Hijos que en definitiva, nos hagan mejores personas porque nos hacen querer y trabajar por un mundo mejor para ellos y para todos.
Es verdad que hablo de lo que conozco, que es el Síndrome de Down, porque la ciencia se ha ensañado con ellos, haciendo que la trisomía 21 se convirtiera en una especia en peligro de extinción, y señores….es un error…No conozco a nadie, con un niño con Síndrome de Down en su familia, que no reconozca, con el corazón en la mano, la felicidad que -incluso ya mayores-, han ofrecido siempre. Por dura que fuera la aceptación de la realidad en un primer momento, -que lo es-, son personas que no dejan indiferente a nadie.
En nombre propio, pero estoy segura que hablo en nombre también de muchos, muchos españoles que queremos que este anteproyecto confirme y SEA SÍ A LA VIDA.
Gracias Ministro.
Katerina Bartolomé Tocino
ABC sábado 1 de febrero de 2014
blog www.hijosextraordinarios.wordpress.com
QUE SEA “SI A LA VIDA”
Qué gran orgullo tiene que sentir en estos momentos el ilustre jurista y político José Maria Ruiz-Gallardón, al comprobar la valentía que su hijo, brillante Fiscal y hoy Ministro de Justicia, está demostrando en Defensa de la vida.
Creo que es justo recordar que LA DEFENSA DE LA VIDA en España, desde un punto de vista jurídico y político, va ligada al apellido Gallardón. Fue en 1985,antes de la Sentencia del Tribunal Constitucional, cuando el primer Gallardón enarbola defensa del derecho a la vida del no nacido con intensos debates frente a Cristina Almeida o Mª Teresa Fernández de la Vega, entonces juez ,no política. Y es un orgullo que 19 años más tarde, sea su sucesor, hoy Ministro de Justicia, quien afirme con valentía, que el progreso en el siglo XXI "no es desproteger a los más débiles. No puede ser que tengan menos derechos los que tienen algún tipo de discapacidad, que los que no la tienen" le he escuchado afirmar recientemente.
Los que nos oponemos a la Ley del aborto en su redacción actual, sé que somos tachados por algunos, como poco, de retrógrados. Pero eso no así. Ni somos retrógrados, ni vivimos en las cavernas. Ni estamos dispuestos, a que nos lleve a ellas los que, sin razón, más chillan.
Eliminar en el actual anteproyecto de “Ley de protección de la vida del concebido y no nacido”, el llamado “tercer supuesto”, que permite el aborto por malformaciones en el feto, porque en eso consiste el aborto eugenésico, que quiere suprimir el Ministro, es un deber moral, y no una vuelta a las cavernas.
Yo no soy una persona retrograda , ni arcaica, y estoy muy contenta de que se elimine este tercer supuesto.
Soy una madre de familia, felizmente casada. Somos padres de cuatro hijos, la mayor, de 9 años, con Síndrome de Down. Soy una mujer moderna y trabajadora, con un marido vanguardista, unos hijos maravillosos y con la mejor y mayor prueba en nuestras vidas de que DIOS EXISTE: nos ha dado a Claudia.
A los que les parezca cursi, o que me dirijo sólo para creyentes, que dejen de leer, porque yo escribo para valientes. Escribo para gente del siglo XXI, que quiere un mundo mejor, un mundo en el que todos cabemos, porque todos tenemos los mismos derechos. Un mundo en el que todos aspiramos a lo mejor para los nuestros, aunque no siempre sea lo más fácil ni por supuesto lo más cómodo.
Yo me siento una mujer privilegiada , porque gracias a Claudia ,hemos tenido el enorme privilegio de hacernos fuertes; el privilegio de aprender a afrontar la vida de cada día con determinación, sin vacilaciones; el día a día de una vida escrita sobre renglones torcidos.
Nos hemos unido como familia. Nos queremos, nos respetamos. Y hemos aprendido que ni el mundo, ni ninguno de sus habitantes, somos perfectos.
Todos somos imperfectos. Unos, porque nacen así, con menor coeficiente intelectual , o menos agraciados físicamente, o con problemas motóricos …
Pero es que otros, aunque nazcan aparentemente bien y parezcan perfectos, son más vulnerables a la perversión y depravación que les permite reivindicar ”los derechos de la mujer”, frente al desamparo del concebido y no nacido, cuando tiene algún defecto.
Quienes así se manifiestan, no representan en ningún caso a ninguna de estas familias, y no les importa discriminar el derecho a la VIDA del concebido y no nacido, porque esa vida no es perfecta…
Pero, me pregunto yo: ¿Quién decide qué es perfecto?¿Quién tiene la vara de medir ,a priori, de qué es una vida perfecta? ¿Por qué el derecho de una mujer a su propio interés, a su propia comodidad y egoísmo, puede ser superior al derecho fundamental consagrado en la Constitución del derecho a la vida y ,en este caso además de su propio hijo?¿Acaso no es esta la más grave de las discriminaciones y usurpación de derechos de quien, por ser aun concebido y no nacido, no tiene nadie que le defienda?
¿Qué democracia es la que empieza por no reconocer el derecho fundamental a la vida, sobre la base de una discapacidad de cualquier tipo? ¿Cómo se puede amparar por ley esta discriminación aún más injusta que otras?
Aprendamos a no callar esta injusticia. No sea que por chillar más, por hacer más ruido que otros, unos acaben siendo más iguales que otros como en la granja de Orwell.
Luchemos porque cada vez seamos más los que nos alegremos de que sigan naciendo hijos, que nos hagan ser más humanos, menos egoístas, más realistas, más generosos, más entregados y comprometidos. Hijos que en definitiva, nos hagan mejores personas porque nos hacen querer y trabajar por un mundo mejor para ellos y para todos.
Es verdad que hablo de lo que conozco, que es el Síndrome de Down, porque la ciencia se ha ensañado con ellos, haciendo que la trisomía 21 se convirtiera en una especia en peligro de extinción, y señores….es un error…No conozco a nadie, con un niño con Síndrome de Down en su familia, que no reconozca, con el corazón en la mano, la felicidad que -incluso ya mayores-, han ofrecido siempre. Por dura que fuera la aceptación de la realidad en un primer momento, -que lo es-, son personas que no dejan indiferente a nadie.
En nombre propio, pero estoy segura que hablo en nombre también de muchos, muchos españoles que queremos que este anteproyecto confirme y SEA SÍ A LA VIDA.
Gracias Ministro.
Katerina Bartolomé Tocino